Por qué decimos que todo trabajo es digno
Sea que tu labor consista en lavar los platos o en labrar la tierra, tienes que sentirte contento por ello.
Padre, ¿qué tiene que hacer alguien para no perder la compostura y la paz, cuando observa que su trabajo es despreciado por los demás, por tratarse de una labor más simple y modesta, como lavar los platos y las ollas en la cocina?
—Si piensa que Cristo Mismo lavó los pies de Sus discípulos, dejará de entristecerse. Porque, haciendo eso, Cristo nos quiso decir: “¡Haced vosotros lo mismo!”. Sea que tu labor consista en lavar los platos o en labrar la tierra, tienes que sentirte contento por ello. Hay quienes, por ejemplo, tienen que limpiar las tuberías y los conductos de desagüe, y todo el tiempo están sucios, en un ambiente lleno de microbios. ¿Es que esas personas no son iguales a todos los demás? ¿Es que no todos fuimos creados a imagen de Dios?
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, Vol. IV Viața de familie, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 188)