Padre, nuestros abuelos decían que vendrá un tiempo en el que tendremos toda clase de bondades, pero no podremos comer nada. Actualmente, los hombres cuestionan la calidad y beneficios de la mayoría de alimentos.

—¿Qué hacer...? Han contaminado todo el medio ambiente...

Pero, no dejemos que el temor nos aprisione. Persignémonos y no le temamos a nada. Estoy pensando en algunas personas que hacen de su vida un martirio, porque le tienen miedo a todo, aunque son cristianos, aunque fueron bautizados y crismados, aunque comulgan y leen el Evangelio, incluso se lo saben de memoria. ¿Es que desconocen qué poder tiene la Gracia de Dios? “Aunque beban veneno no les hará daño” (Marcos 16, 18), dijo Cristo. Y “Os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño” (Lucas 10, 19)

Si el hombre tiene la Gracia de Dios, no le teme a nada. Por eso, pidamos siempre la Gracia, haciendo sobre nosotros la Señal de la Santa Cruz.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Patimi și virtuți, Ed. Evanghelismos, București, 2007, p. 283)