¿Por qué el mundo actual anhela ver milagros?
Se trata de algo muy criticado por los Santos Padres, porque evidencia el autoengaño que mora en el alma y la somete, fundado en la soberbia y la vanidad.
El deseo, tan común en la sociedad cristiana actual, de ver milagros, incluso de obrar milagros, no tiene que dejarnos indiferentes. Se trata de algo muy criticado por los Santos Padres, porque evidencia el autoengaño que mora en el alma y la somete, fundado en la soberbia y la vanidad. “El Señor es todo el tiempo el Protector más próximo de Sus santos”, dice San Isaac el Sirio. Pero el Señor no muestra Su poder sin necesidad o por medio de señales perceptibles, para que Su protección no se convierta en algo ordinario para nosotros, para que no perdamos la devoción hacia Él y no devenga en motivo de perjuicio. Así es como actúa Él, cuidando a los santos: los deja que se esfuercen ante cualquier circunstancia adversa, según sus posibilidades, con la oración. Y al mismo tiempo les demuestra que en ningún momento cesa Su silenioso cuidado hacia ellos.
(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Despre vedenii, duhuri, și minuni, traducere de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sofia, București, 2011, pp. 40-41)