Palabras de espiritualidad

Por qué hay que orar desde el corazón

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

Pedid lo que queráis y lo conseguiréis (Juan 15, 7). ¿Ves? Lo único que tienes que hacer es querer obtener lo que estás pidiendo, porque esta es la única forma de conseguirlo.

Cuando ores al Señor, a la Madre de Dios o a los santos, que no se te olvide que el Señor da de acuerdo al corazón de quien pide (“Que el Señor te conceda lo que pide tu corazón”, Salmos 19, 4). Según sea tu corazón, así será el don que se te otorgue. Si oras con sinceridad, lleno de fe y de todo corazón, el don que recibas se ajustará a tu misma fe, a la “temperatura” de tu corazón. Y, a la inversa, mientras más frío esté tu corazón, mientras menos creyente y más falso se muestre, menos provechosa será tu oración, en el mejor de los casos, porque tal forma de oración puede llegar a enfadar a Dios, Quien es Espíritu y a Quien se debe toda honra “en espíritu y verdad” (Juan 4, 24, 23).

Por eso, cuando invoques al Señor, a la Madre de Dios, a los ángeles o a los santos, llámalos desde tu corazón, sea que ores por vivos o muertos. Y hazlo siempre con el corazón lleno de fervor, mencionando el nombre de cada quien. Si oras para librarte a ti mismo o a alguien más de la aflicción, de las pasiones o de las acechanzas del pecado, hazlo con todo tu corazón, deseando con todas tus fuerzas lo que pides, mostrándote firmemente decidido a abandonar el pecado, o deseando que también los demás renuncien a sus faltas y pasiones, y el Señor lo concederá, de acuerdo a tu corazón. “Pedid lo que queráis y lo conseguiréis (Juan 15, 7). ¿Ves? Lo único que tienes que hacer es querer obtener lo que estás pidiendo, porque esta es la única forma de conseguirlo: “Orad los unos por los otros, para que seáis curados (Santiago 5, 16).

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, Editura Sophia, p. 176)