Palabras de espiritualidad

¿Por qué hay quienes se enfadan con facilidad?

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Cuando estamos enfadados significa que no entendemos bien las cosas que nos ocurren.

El hombre que vive enfadado demuestra que no entiende bien las cosas que le pasan, y que no sabe ver el dedo, el amor y la sabiduría de Dios en su vida cotidiana.

Mi enfado demuestra que soy un hombre terrenal, que tengo voluntad propia, que tengo anhelos y deseos. Ha aparecido algo que ha venido a contradecir mi voluntad, mis deseos o mis expectativas, y por eso me he enfadado. Me has provocado y me he enojado, porque yo quería, simplemente, que me respetaras. He caído en la pobreza y me he enfadado, porque quería, simplemente, tener dinero. Y, como dije antes, cuando estamos enfadados significa que no entendemos bien las cosas que nos ocurren. Incluso los rayos y los truenos, y las tormentas, y los terremotos, y la mayor agitación en nuestra alma tienen su origen en Dios. Ni siquiera nuestra caída —pero no esa otra, de la que somos los únicos culpables— debe causarnos enfado, una vez ha sucedido. Lo que tenemos que hacer es ver en todo la voluntad de Dios, Quien, junto con el Espíritu Santo, busca y obra solamente lo que es bueno para nosotros (Romanos 8, 28).

(Traducido de: Arhimandritul Emilianos SimonopetritulTâlcuiri la sfintele slujbe, Editura Sf. Nectarie, pp. 117)