Palabras de espiritualidad

¿Por qué los hombres y las mujeres reaccionan de manera diferente a las condiciones de estrés?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Los hombres reaccionan de forma distinta que las mujeres ante el estrés, debido a que, para alejar la tensión, su organismo utiliza una hormona diferente. En el caso de los hombres, la hormona implicada es la testosterona, y en el caso de las mujeres, la oxitocina.

El psicólogo americano John Gray, quien ha escrito numerosos libros sobre las diferencias entre hombres y mujeres, habla sobre el hecho que los hombres reaccionan diferente que las mujeres ante el estrés, ya que su organismo utiliza una hormona diferente.

En el caso de los hombres, la hormona implicada es la testosterona, mientras que en el caso de las mujeres, la oxitocina.

“En cada hombre, el nivel de testosterona desciende con el transcurso del día. Se trata de un ciclo natural, cuyo apogeo tiene lugar por la mañana. A lo largo del día, el hombre va perdiendo testosterona. Y entonces cuando la exigencia de la jornada cesa, su organismo necesita descanso y reponer fuerzas. Por eso, el hombre consigue restablecer su nivel de testosterona durmiendo u ocupándose con algo simple y estimulante, como ver la televisión o leer un diario.

Si su organismo no se recupera suficientemente, el estrés termina por descender completamente los niveles de esa hormona. Y esto se observa fácilmente, no sólo en el debilitamiento de la función sexual: si la testosterona es escasa, el hombre se deprime, se vuelve irascible y lento.”

Las mujeres no comprenden totalmente la necesidad de descanso del hombre, ya que el bienestar de su organismo no depende de la testosterona. Efectivamnte, “en el caso de las mujeres, la hormona que ayuda a disminuir el estrés es la oxitocina”, escribe Gray. La oxitocina tranquiliza a la mujer, le hace descender su tensión arterial y el sentimiento de temor.

Gray llama a la oxitocina “la hormona de los abrazos”. Ésta es segregada cuando el hombre demuestra ternura y atención a la mujer; por ejemplo, al abrazarla o simplemente tocarle la mano. El organismo de la mujer emite oxitocina también cuando aquella conversa agradablemente con su esposo.

Yo no soy biólogo, ni médico, por eso no puedo decir en qué medida el comportamiento de la persona bajo estrés depende de su producción de hormonas, pero como hombre casado he constantado muchas veces, en la práctica, la veracidad de lo mencionado en los párrafos precedentes. Ciertamente, los hombres se relajan de manera diferente que las mujeres.

Así nos hizo Dios y no es tan importante qué es lo que condiciona ese comportamiento: si el nivel hormonal u otras particularidades de las naturalezas masculina y femenina. El hombre siempre fue el proveedor, protector y patrocinador de la familia, alimentando a sus hijos con el sudor de su frente. Así, volviendo a casa después de un largo día de trabajo, necesita descansar. Para él, esa alternancia entre períodos de tensión, actividad, descanso y relajamiento, son completamente normales.

(Traducido de: Pr. Pavel Gumerov, Conflictele familiale: prevenire și rezolvare, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2013, pp. 42-43)