Palabras de espiritualidad

¿Por qué nuestros frutos quedan sin madurar?

  • Foto: Ioana Stoian

    Foto: Ioana Stoian

Nosotros, los ociosos y débiles de voluntad, persistimos en nuestra petrificación y nuestros frutos se quedan sin madurar.

Viendo los frutos ya maduros, el campesino se afana en recolectarlos para que no se estropeen. ¡También Tú, Señor nuestro, cosechas a Tus elegidos, a quienes se esfuerzan en la virtud!

Pero nosotros, los ociosos y débiles de voluntad, persistimos en nuestra petrificación y nuestros frutos se quedan sin madurar, porque no nos decidimos a esforzarnos y preferimos ser indulgentes con nosotros mismos. Nos cuesta hacer que nuestras virtudes maduren y buscar ser llevados al granero de la vida.

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Psaltire sau cugetări evlavioase şi rugăciuni, Editura Sophia, Bucureşti, 2011, pp. 86-87)