Palabras de espiritualidad

¿Por qué rechazamos la misericordia de Dios?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

“Con su paciencia en los dolores voluntarios e involuntarios, el creyente se perfecciona. No obstante, si rechaza el sufrimiento involuntario que viene sobre él, tampoco las obras de su voluntad obtendrán la bendición divina”.

Todos clamamos a Dios: “¡Señor, ten piedad de nosotros!” y “¡Oh, Soberano nuestro, perdona nuestras faltas!”, pero cuando Dios nos envía Su misericordia y el perdón de nuestros pecados, lo rechazamos. ¿Cómo? He aquí cómo: cuando viene a nosotros alguna tribulación o alguna tentación, por medio de la cual Dios quiere concedernos Su misericordia y el perdón de nuestras faltas, no la aceptamos con alegría, sino que nos afligimos y sufrimos. Por esta razón, es nuestro deber, junto con los dolores y sacrificios voluntarios de nuestro arrepentimiento, sufrir los dolores involuntarios e impuestos que nos vienen desde afuera, porque los sufrimientos voluntarios, al ser más sencillos de soportar, son bendecidos por los involuntarios, que son más difíciles, como dice San Gregorio de Tesalónica: “Con su paciencia en los dolores voluntarios e involuntarios, el creyente se perfecciona. No obstante, si rechaza el sufrimiento involuntario que viene sobre él, tampoco las obras de su voluntad obtendrán la bendición divina”.

(Traducido de: Sfântul Nicodim Aghioritul, Cuvânt pentru pocăință, Editura Credința strămoșească, 1999, pp. 60-61)