¿Por qué recuerdo con insistencia el rostro de quien me ofendió?
El demonio se esfuerza en hacernos creer que todo lo que nos dicta es bueno. Así, muchas veces nos susurra al oído: “¿Ves que tenías razón? ¡Te insultó! ¿Qué esperas para vengarte?”.
El demonio se esfuerza en hacernos creer que todo lo que nos dicta es bueno. Así, muchas veces nos susurra al oído: “¿Ves que tenías razón? ¡Te insultó! ¿Qué esperas para vengarte?”. Muchas veces te recordará con insistencia el rostro de aquel con quien discutiste, incitándote a luchar con él en tu imaginación.
De esta forma buscará influir en tu voluntad, por medio de la sugestión y la energía del pecado (Salmos 63, 4) y, a menudo, no podrás dominar la ira y el odio cuando te encuentres nuevamente con aquella persona y, finalmente, ejecutes tu venganza.
El maligno busca la forma de transformar las fuerzas espirituales que Dios nos dio, en fuerzas destructuras de almas. Así, la fuerza del coraje que tenemos para luchar con el demonio, éste nos la convierte en odio y destrucción para con nuestros semejantes.
(Traducido de: Sf. Serafim de Sarov, Rugăciunea lui Iisus – întrebări și răspunsuri, Editura Panaghia, p. 25-26)