Palabras de espiritualidad

¿Por qué a veces sentimos que no podemos cumplir con los mandamientos de Dios?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cuando el cristiano empieza a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios —que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12, 2)—, es decir, de acuerdo a los mandamientos del Nuevo Testamento, nota cómo inmediatamnte se le revela la caída y debilidad de la naturaleza humana.

Quien ha asumido como objetivo de vida el cumplir con la voluntad de Dios, se esfuerza en conocer detalladamente y con certeza esta santísima voluntad, estudiando con perseverancia las Santas Escrituras —especialmente, el Nuevo Testamento —, los textos de los Santos Padres, conversando y aconsejándose con cristianos avanzados, cumpliendo los mandamientos evangélicos con su conducta, con su mente y con su corazón. “La ley de la indulgencia se honra con el conocimiento verdadero, se comprende con el cumplimiento de los mandamientos y se perfecciona con la clemencia de Cristo”, dice San Marcos el Asceta.

Cuando el cristiano empieza a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios —que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12, 2)—, es decir, de acuerdo a los mandamientos del Nuevo Testamento, nota cómo inmediatamnte se le revela la caída y debilidad de la naturaleza humana. La debilidad no le permite cumplir con los mandatos de Dios con pureza y santidad, así como lo pide Él, mientras que la ignominia se opone —a veces duramente— al cumplimiento de esos mandamientos.

(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Predici la Triod și Penticostar, Editura Sophia, București, 2003, p. 4)