A propósito de la obtención de los dones del Espíritu Santo
El alma que ha llegado al estado de pureza participa del lirio de la Anunciación del Nacimiento de Cristo en sí misma.
El alma que ha llegado al estado de pureza participa del lirio de la Anunciación del Nacimiento de Cristo en sí misma. Entonces, por causa de la revelación de los dones obtenidos por medio del Santo Óleo, sucede que el alma deba atravesar distintas pruebas involuntarias, que no dependen de ella, pero que le son envidadas por la Divina Providencia, completando lo que aún faltaba por entender de los sacrificios aceptados voluntariamente. Es entonces cuando sobre el cristiano obra la extraordinaria fuerza del Espíritu Santo. Pero, no olvidemos: esto sucede sólo después de que, por medio de los sacrificios voluntarios, las fuerzas del alma han sido liberadas de la esclavitud de lo anti-natural, para llevarlas a su propósito primigenio. Una vez alcanzada esta conversión y armonía interior de las fuerzas (del alma), viene también la acción que está más allá de nuestra naturaleza, para ayudar al crecimiento y fructificación de los dones del Espíritu Santo, de acuerdo a lo que Dios dispone para cada quien.
(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Cărarea Împărăției, Editura Predania, p. 202)