Palabras de espiritualidad

A propósito del temor de Dios

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

Recuerda: está en el camino correcto quien experimenta esta forma de temor. ¡Esta es la señal más exacta!

Sí, es necesario este temor, porque muchas veces somos inconsecuentes y actuamos aún en contra nuestra. No confíes en ti mismo. Mejor dirige toda tu esperanza a Dios. No abandones este temor, y tampoco pierdas el miedo a enfadarlo a Él, porque si te alejas de nuevo, no podrías entender que el presente es ahora y la muerte podría aparecer mañana. Cuando pase este temor, alcanzarás la verdadera esperanza de salvación... pero, de momento, no lo apartes, porque es muy útil para encender tu devoción y apartar todas las inclinaciones a la debilidad, que tan perniciosas son. Y el fruto de este temor será el clamor perseverante desde tu alma: “¡Señor, sálvame!”.

¡Señor, sálvame!”. “¡Sálvame a mí, aunque soy indigno, de la forma en que sólo Tú podrías hacerlo!”. Se trata de una trémula veneración al Señor, con el corazón. Los enemigos son poderosos, tanto los de adentro como los que vienen de afuera, y no sabes qué tormentas podrían envolverte y terminar derribándote. Por eso, clama: “¡Señor, sálvame!”. Este es, ciertamente, el llamado de un corazón lleno de contrición y humildad, del cual nos habla el profeta David, al decir que Dios no le desprecia, sino que le escucha. No lo olvides. Dicho lo cual, es imperioso recordarte algo más: permanece atento a los peligros y pide auxilio. Ese sentimiento de trémula veneración ante el Señor debe ser constante, manando de la conciencia de las amenazas que te rodean y que podrían detener el flujo de vida espiritual en ti y sofocarlo completamente.

Recuerda: está en el camino correcto quien experimenta esta forma de temor. ¡Esta es la señal más exacta!

(Traducido de: Sf. Teofan Zăvorâtul, Viața duhovnicească și cum o putem dobândi, Editura Bunavestire, p.184-185)