Palabras de espiritualidad

¿Puede la Gracia de Dios venir a mi puesto de trabajo?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Se trata de empezar cada día de nuevo, con una nueva disposición, con amor y fervor, con oración y silencio. Si haces esto, estarás en paz y nada te turbará.

Alcanzar la salvación del alma requiere de una destreza aparte. De hecho, uno se puede salvar en cualquier lugar. En tu lugar de trabajo, sea cual sea, puedes alcanzar la salvación. Por medio de la mansedumbre, la paciencia y el amor. Se trata de empezar cada día de nuevo, con una nueva disposición, con amor y fervor, con oración y silencio. Si haces esto, estarás en paz y nada te turbará.

Puede suceder, por ejemplo, que te impongan algunas obligaciones adicionales a las que ya tenías en tu trabajo. ¡No te enfurezcas ni te opongas! Ese estado solo habrá de perjudicarte. Toma todo como una ocasión para santificarte. ¡Ah!, también hay algo más. Si te asignan más deberes, tienes la posibilidad de aprender de mejor manera los entresijos de tu profesión, lo cual, ciertamente, te ayudará a que seas más responsable. Y también recibirás conocimientos que más adelante te podrían ser útiles. No obstante, si se te adjudica tareas con una exigencia mayor a tus capacidades, puedes decirlo; eso sí, con nobleza: “Discúlpeme, pero esto es algo que no puedo hacer”. Pero si puedes, no lo rechaces, y tu esfuerzo tendrá los frutos esperados. […]

Trabaja con atención, con sencillez y en paz, sin agitarte, con alegría y optimismo. Y con esto la Gracia Divina vendrá a ti.

(Traducido de. Ne vorbeşte părintele Porfirie – Viaţa şi cuvintele, traducere din limba greacă de Ieromonah Evloghie Munteanu, Editura Egumeniţa, 2003, pp. 243-244)