Palabras de espiritualidad

¡Qué cerca estás de mí, Señor!

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

¡Cuán cerca está el Señor del hombre pecador y con cuanta rapidez escucha sus plegarias!

Un día, mientras atravesaba una pradera, de camino al campamento de Ustiijorsk —en donde estaba asentado nuestro batallón, cerca del poblado llamado Kolpino,— con la intención de enviar algo de dinero por correo al Santo Monte Athos, de la nada apareció un perro que se me acercó gruñendo y con un pavoroso gesto amenazador. Cuando vi que estaba por atacarme, solamente alcancé a decir: “¡Señor, ten piedad!”, y en ese instante una fuerza invisible empujó lejos al animal, y este, asustado, prosiguió su camino hacia Kolpino. Poco después, supe que ese mismo perro había atacado a varias personas e incluso a algunas ovejas. .

A partir de este suceso entendí cuán cerca está el Señor del hombre pecador y con cuanta rapidez escucha sus plegarias.

(Traducido de: Cuviosul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii și iadul smereniei, Ed. Deisis, Sibiu, 2000, p. 207)