Palabras de espiritualidad

Qué debemos evitar, para engendrar hijos sanos y obedientes

    • Foto: Andreea Trandafir

      Foto: Andreea Trandafir

Todo lo que experimenta la madre durante el embarazo, bueno y malo, se imprime en el niño.

Todos los padres deben prestar atención a lo siguiente, para evitar cometer semejantes errores. El demonio se acerca a los niños, cuando:

- Los padres no consiguen refrenar sus impulsos carnales, vulnerando los días de restricción: miércoles, viernes, domingo, días festivos y períodos de ayuno. Los niños concebidos en tales días suelen ser desobedientes y agitados, porque tampoco sus progenitores fueron capaces de respetar el mandato de Dios de respetar los días santificados. Cuestionen su propia conciencia y sabrán lo que está permitido y lo que no. Así, a esos padres no les quedará sino llorar con sus hijos, para redimir el pecado que cometieron al concebirlos. Desde luego que es doloroso, pero si no hubieran cometido ese pecado, tal dolor no existiría.

- Las madres no han esperado un período determinado para purificarse, y por eso dan a luz niños enfermizos. Si, además, al momento de la concepción el padre estaba ebrio, el niño será endeble y vulnerable de cuerpo y/o mente. Así llegarán a la contrición estos padres, reconociendo su falta al ver a su hijo.

- No se respeta el tiempo del embarazo, manteniendo relaciones íntimas. Los niños nacen enfermos o mueren al nacer, o también sucede que nacen con el pecado de sus padres grabado en el alma.

Todo esto también aparece en la Santa Escritura. Y es que todo lo que experimenta la madre durante el embarazo, bueno y malo, se imprime en el niño. Y todo eso se manifiesta con el paso de los años.

(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, mare îndrumător de suflete din secolul XX, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2002, pp. 71-72)