Palabras de espiritualidad

Qué es la vida terrenal

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Para el verdadero cristiano, la vida en este mundo no es otra cosa que un sufrimiento y una cruz permanentes.

El viajero piensa todo el tiempo en su patria y su hogar, deseando volver allí. Cuando estaban en Babilonia, los israelitas no dejaban de pensar y de acordarse de su patria, Jerusalén, y anhelaban fervientemente volver allí.

Así también los verdaderos cristianos permanecen y se lamentan en este mundo como los judíos a orillas del río Babilonia, recordando a la Jerusalén que está en lo alto, su Patria celestial; hacia ella, con suspiros y lamentos, levantan los ojos, deseando llegar allí. “Porque por esto también gemimos, en este cuerpo, deseando ser revestidos con nuestra morada celestial” (II Corintios 5, 2), suspira San Pablo junto con los creyentes.

Para los hijos de este mundo que han tomado gusto a las cosas pasajeras, el mundo es la patria y el paraíso del que no quieren separarse. Pero los hijos del Reino Celestial, renunciando al mundo y soportando cualquier sufrimiento en esta vida, desean llegar a la Patria de los Cielos. Para el verdadero cristiano, la vida en este mundo no es otra cosa que un sufrimiento y una cruz permanentes. 

(Traducido de: Sfântul Tihon din ZadonskComoară duhovnicească din lume adunată, Editura Egumenița, Galați, 2008, p. 72)