—¿Qué puedes hacer si sientes que no eres capaz de amar? ¿Debes seguir esperando hasta que se asome la persona correcta?

—Depende de cómo entendamos el amor. Si concebimos este sentimiento así como se nos describe en “Eugenio Oneguin” o en “Romeo y Julieta”, entonces lo mejor es que no esperemos experimentar tales estados emocionales. Talvez es mejor que Dios no nos envíe semejante clase de pasiones, que en la literatura artística reciben el nombre de “amor.” Y aunque no soñemos con pasiones físicas fantásticas, así como es la tendencia actual, seguimos hablando de pasiones y por eso no debemos esperar semejante evolución de nuestra vida sentimental

Si “incapacidad de amar” significa para nosotros el rechazo emocional de alguien que, de acuerdo a los principios lógicos debería ser el apropiado para casarse con nosotros, pero a quien nuestra alma no recibe con agrado y junto a quien no queremos estar ni tan siquiera un minuto —y cuando viene, esperamos que se vaya lo antes posible— entonces seguramente no tiene sentido unir nuestra vida a alguien así.

Quien es capaz de vivir en oración, confiando en que Dios le enviará esa persona con la que pueda entenderse maravillosamente, tendrá lo que ahora pide. Toda la experiencia de la Iglesia nos da testimonio de esto.

(Ttaducido de: Pr. Maxim Kozlov, Familia – ultimul bastion: răspunsuri la întrebări ale tinerilor, traducere din limba rusă de Eugeniu Rigoti, Editura Sophia, București, 2009, p. 13)