¿Qué debo hacer si no confío en mi propio padre espiritual?

—Estamos hablando de un problema muy serio y tristemente común. Algunas veces, el demonio, con sus artimañas, intenta inmiscuirse entre nosotros y nuestro confesor. Si el maligno logra apartar al creyente de su padre espiritual, ha ganado suficiente terreno en el alma del primero. 

¿Qué tenemos que hacer? En primer lugar, luchar en lo espiritual contra las dudas y las calumnias, y, aunque los defectos de nuestro confesor sean evidentes, no debemos mantener nuestra vista dirigida a ellos, como dice la Escritura, cuando nos pide que no desvelemos al mundo la “desnudez” espiritual de nuestro padre. Lo que debemos hacer es orar por él y también ayunar por él, para que Dios no aparte el don de padre espiritual de nuestro confesor.

El único caso en el que debemos elegir otro padre espiritual es cuando este cae en herejía, si falsifica los dogmas de la fe.

(Traducido de: Părintele Marc-Antoine Costa de Beauregard, Tineretul ortodox și societatea modernă, Editura Doxologia, Iași, 2014, pp. 36-37)