¿Qué le falta al esposo contemporáneo?
Si amamos a alguien, no solamente pensamos todo el tiempo en esa persona, sino que también oramos por ella.
Al esposo contemporáneo le faltan el caballerismo, la generosidad, la ternura, la buena disposición y la gentileza; precisamente, esos rasgos conforman —para la mujer— una atmósfera de hogar, de “nido”. Muy a menudo se nos olvida que es nuestra obligación ser atentos con nuestra “otra mitad”, empezando desde los pequeños detalles. Las mismas mujeres reconocen que con esto no necesitan nada más.
La esposa amorosa se alegra con cualquier muestra, por ínfima que sea, del lugar que ocupa en los pensamientos y el corazón de su marido. Si amamos a alguien, no solamente pensamos todo el tiempo en esa persona, sino que también oramos por ella.
(Traducido de: Protoiereul Artemie Vladimirov, Cum să întemeiem o familie ortodoxă, Editura Cartea Ortodoxă, Bucureşti 2011, p. 52)