Palabras de espiritualidad

¡Que nadie, al orar, deje de recordar a sus padres, por dejadez!

    • Foto: Doxologia

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¡Que nadie, al orar, deje de recordar a sus padres, por dejadez! Aún más, debemos recordarnos de todos los cristianos ortodoxos ya fallecidos, y no sólo hoy, sino en todo momento y en cada oración que hagamos.

¡Que nadie, al orar, deje de recordar a sus padres, por dejadez!

Aún más, debemos recordarnos de todos los cristianos ortodoxos ya fallecidos, y no sólo hoy, sino en todo momento y en cada oración que hagamos. Porque también nosotros llegaremos a donde están ellos ahora; también nosotros necesitaremos ser recordados en las oraciones de otro, así como el mendigo necesita un pedazo de pan o un vaso de agua. No olvides que la oración por los difuntos es muy poderosa, porque es común, viene de parte de la Iglesia entera. La Iglesia respira a través de la oración. Y es que, así como, de acuerdo a las leyes naturales, la fuerza de la respiración de la madre alcanza también al feto que está en su vientre, de acuerdo a las leyes de la gracia, la Iglesia respira por medio de la oración común de todos sus miembros. La fuerza de la oración alcanza incluso a los miembros de la Iglesia que ya reposan, porque ésta se compone de vivos y muertos, unos luchando todavía, los otros, ya victoriosos. Entonces, no dejemos de recordar a nuestros difuntos, constantemente, en cualquier oración. Recordemos siempre a nuestros padres y a los hermanos que ya no están con nosotros. Para ellos, esto es como una obra misericordiosa de parte tuya.

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian şi Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, pp. 49-50)