Palabras de espiritualidad

Que no se nos olvide que siempre hay Alguien cuidándonos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

“¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, Yo nunca me olvidaría de ti”.

«Me escribes para contarme que tu yerno está muy enfermo y que le queda poco tiempo de vida. Dios, el Creador, hizo todo lo que existe, y todo está bajo Su dominio. Él da la muerte, y también Él resucita. Estoy convencido de que también tú crees lo mismo, y que reconoces que la doctrina que emana de la Santa Escritura es inspirada por Dios.

Y ahí, en la Santa Escritura, encontramos —no una sola vez, sino en un sinfín de pasajes— que la Divina Providencia nos guía y nos cuida constantemente. Voy a poner un ejemplo: en el capítulo 49 del libro del profeta Isaías, en el versículo 15, leemos: “¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, Yo nunca me olvidaría de ti”. A partir de estas palabras podemos ver cuán diligente es el Señor en el cuidado que nos prodiga; así, si es de provecho para él, Dios hará que tu yerno sane y pueda abandonar su lecho de enfermo, y eso mismo es lo que yo deseo ferventemiente».

(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 59)