¡Que nuestro corazón se llene de los hechos y las palabras de los santos!
El hombre que siga el ejemplo de los justos y piadosos, junto con ellos herederá el Reino de los Cielos.
Registremos sobre toda la superficie de nuestro corazón los hechos y las palabras de los santos. Tal como aquellos que quieren embellecer su casa, la pintan de los colores más agradables y selectos, también nosotros tenemos que pintar, sobre las paredes de nuestra mente, las enseñanzas y las tradiciones de los santos.
El hombre que siga el ejemplo de los justos y piadosos, junto con ellos herederá el Reino de los Cielos. Al contrario, aquel que siga el ejemplo de los indiferentes, quienes desprecian la ley de Dios, junto con ellos será condenado al tormento eterno.
(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 45-46)