¿Qué pedirle a Dios cuando estamos enfermos?
Ora, pero diciendo así: “Señor, me pongo en Tus manos. ¡Apíádate de mí por Tu gran misericordia y si me es de provecho, sáname pronto!”. Lo mismo pedirás a los santos, confiando en que Él hará lo que sea de beneficio para ti.
Si les piedo a los santos que intercedan por mi salud de cuerpo y alma, confiando en que la sanación vendrá inmediatamente, ¿así será, aunque no me beneficie ser sanado de forma tan expedita?
—No es bueno que ores, por tu propia cuenta, pidiendo ser sanado de tu enfermedad, ignorando si esto te será o no de provecho. Al contrario, debes dejar todo en manos de Aquel que dijo: “Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo” (Mateo 6, 8).
Entonces, ora, pero diciendo así: “Señor, me pongo en Tus manos. ¡Apiádate de mí por Tu gran misericordia y si me es de provecho, sáname pronto!”. Lo mismo pedirás a los santos, confiando en que Él hará lo que sea de beneficio para ti. Y agradécele por todo, recordando aquellas palabras: “Agradeced por todo” (I Tesalonicenses 5, 18). Sólo así obtendrás gran provecho en tu cuerpo y tu alma.
(Traducido de: Sfinții Varsanufie şi Ioan, Scrisori duhovniceşti, în Filocalia XI, Editura Episcopiei Romanului şi Huşilor, Roman, 1990, pp. 388-389)