Padre, ¿qué sucede cuando la conciencia se oscurece? ¿De dónde debe volver a empezar el hombre? ¿Es posible recobrar la pureza de la conciencia?

—Claro que se puede. Pero hay que luchar mucho y lavarla bien de toda la suciedad que se ha ido acumulando en ella, por medio del Sacramento de la Contrición. Es decir que no se trata solamente de buscar a tu padre espiritual y confesarte con él, lo cual, per se, es algo muy pequeño, sino que tu confesor tiene que prescribirte un ayuno severo de al menos quince días, con el respectivo canon de oración que debe incluir al menos una paráclesis. Y, ante todo, tienes que llorar mucho por tu pecado y pedir el auxilio divino, para que no vuelvas a caer.

Después de eso, tienes que volver a confearte. Así es como se santifica el hombre, por medio del Sacramento de la Contrición. Así es como se borra el pecado y también los malos hábitos. Y no hay que volver a caer en esas mismas faltas.

(Traducido de: O viață de jertfă – Mărturisirile Cuviosului stareț Samson Esper, traducere de Severin Alexandru, Editura Egumenița, Galați, 2010, p. 68)