Palabras de espiritualidad

¿Quién aprecia la belleza interior del hombre?

    • Foto: Oana Nechifor

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Translation and adaptation:

No solamente los animales: también las plantas y las fuerzas de la naturaleza aprecian, a su manera, la generosidad del hombre bueno.

La naturaleza valora con fuerza la bondad del hombre. No solamente el perro, el caballo y el buey, sino también las fieras salvajes —especialmente las fieras—, se fijan en la bondad del hombre bueno, mucho más que los animales domésticos. Y no solamente los animales: también las plantas y las fuerzas de la naturaleza aprecian, a su manera, la generosidad del hombre bueno.

Y, tal como la naturaleza entera aprecia la generosidad del hombre bueno, así también se fija en la maldad del hombre malo. Podríamos citar aquí alguno de tantos ejemplos de esto que acabamos de afirmar, a partir de la vida de los santos y también de la de los hombres malos. Pero no existe ningún ejemplo, ninguna parábola, más allá de los cuentos imaginarios, que sostenga que la naturaleza se fija, así sea mínimamente, en la belleza exterior del hombre.

Del mismo modo, tampoco el mundo de los espíritus toma en cuenta la belleza del hombre, sino solamente su bondad o su maldad, es decir, su belleza o su fealdad interior.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Gânduri despre bine și rău, Editura Predania, București, 2009, p. 131)

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