Palabras de espiritualidad

¿Quién es el padre espiritual ante los ojos de sus discípulos?

  • Foto: Constantin Comici

    Foto: Constantin Comici

A medida que vayan creciendo espiritualmente, Cristo Mismo crecerá en sus almas, y podrán ver a su padre espiritual solamente como una benefactora herramienta de Dios. 

Que tu corazón sea solamente del Señor y se mantenga en el Señor, y que también sea de tu prójimo. El incumplimiento de esta condición hará que ser del hombre se convierta en una cuestión atroz.  Dijo el Apóstol: “No os hagáis esclavos de los hombres” (I Corintios 7, 23).

Siempre me han conmovido profundamente las palabras de San Juan el Bautista, referentes al Señor y a sí mismo, palabras que quedaron consignadas para la posteridad en el Evanglio según San Juan: “La esposa pertenece al esposo. Pero el amigo del esposo, el que está a su lado y lo oye, se alegra mucho al oír la voz del esposo. Así que mi gozo es completo. Él debe crecer y yo menguar” (Juan 3, 29-30).

Todo padre espiritual debe ser solamente siervo del Esposo Celestial, tiene que conducir las almas hacia Él, no hacia sí mismo, tiene que hablarles de la infinita e inefable belleza de Cristo, de Su inconmensurable bondad y Su poder sin límites: las almas tienen que amar a Cristo, Quien es, sin duda alguna, digno de todo amor. Así, el padre espiritual, a semejanza del gran y humilde Precursor, tiene que hacerse a un lado, considerándose a sí mismo como alguien insignificante; tiene que alegrarse cuando se sienta pequeño frente a sus discípulos, porque esto es señal del crecimiento espiritual de su rebaño. Mientras lo carnal siga prevaleciendo en sus discípulos, el padre espiritual seguirá siendo grande ante ellos. Entonces, a medida que vayan creciendo espiritualmente, Cristo Mismo crecerá en sus almas, y podrán ver a su padre espiritual solamente como una benefactora herramienta de Dios.

(Traducido de: Sfântul Ignatie BriancianinovDe la întristarea inimii la mângâierea lui Dumnezeu, Editura Sophia, 2012, pp. 184-185)