¿Quién no se alegra por tener al Señor?
¡Esta es la mayor de las bellezas, el mayor bien de todos, la más grande sabiduría!
La palabra “alegría”, tan común en la Escritura, se refiere al estado de contento y gozo del alma, que se refleja en quienes se hacen dignos de tal felicidad. Alegrémonos, hermanos, en el Señor, no cuando las cosas vayan bien en nuestro hogar y en nuestros asuntos, ni cuando estemos sanos, ni cuando nuestros graneros estén llenos, sino por tener al Señor. ¡Esta es la mayor de las bellezas, el mayor bien de todos, la más grande sabiduría!
Dios no envía a todas las almas la misma alegría, sino solamente a aquellas que se han arrepentido de sus pecados con lágrimas y sollozos, sintiéndose como frente a su misma muerte. Ciertamente, solo ese llanto se transforma en alegría.
(Traducido de: Sf. Vasile cel Mare, Omilii la Psalmi, omilia la Psalmul XXXII, p. 246 și omilia la Psalmul XXIX, p. 244, în col. PSB, vol. 17)