No te asemejes a la mosca o a la hormiga, que, por un poco de melaza, arriesgan toda su libertad.  Tampoco quieras parecerte a los cerdos, los cuales, a pesar de que el granjero los echa una y otra vez del huerto, pronto se les olvida y regresan tozudamente. No seas un insensato, dejándote someter por cualquier placer de este mundo.

Auérdate de que todo lo que nos rodea es temporal; por eso, no te aferrres a nada de ello. Es mejor ser libre, que esclavo. Mejor elige el autocontrol, antes que vivir subyugado. Sométete solamente a Dios y no a las pasiones que te corrompen, y confía en que te salvarás.

(Traducido de: Sfântul Dimitrie al Rostovului, Alfabetul duhovnicesc, Editura Sophia, București, 2007, p. 44)