Rechacemos el infierno y amemos el Cielo
Si salimos afuera y pecamos, nos hallamos en el infierno. Rechacemos el infierno y amemos el Cielo.
¿Qué es la salvación? Es la herencia de la vida eterna en felicidad, porque también existe la herencia de una vida eterna en infelicidad, en dolor. El Cielo y el infierno comienzan aquí, en esta vida. En este momento nos encontramos en el Paraíso. Pero, si salimos afuera y pecamos, nos hallamos en el infierno. Rechacemos el infierno y amemos el Cielo. Un día a la semana, por lo menos, vayamos a la Santa Iglesia. Y cada mañana y cada noche postrémonos en oración.
Estemos atentos y no perdamos el rumbo, porque somos la sal de la tierra. Si la sal se corrompe, ¿qué podemos utilizar para dar buen sabor y no descomponer todo lo demás? Somos la sal de la tierra.
(Traducido de: Preot Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăşi pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 129)