Palabras de espiritualidad

Reglas para conservar la paz del alma

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Sólo aquellos que trabajan en su propio interior y vigilan con tesón los movimientos de su alma reciben los benditos dones del Espíritu Santo.

Para mantener la paz de tu alma debes alejar de ti toda pesadumbre y esforzarte en tener un alma alegre, como dicen las palabras del Sirácides: “la tristeza en exceso mata, porque no tiene utilidad alguna”.

Cuando el hombre carece de lo necesario para satisfacer las exigencias del cuerpo, le resulta muy difícil vencer la angustia. Sin embargo, esto ocurre solamente con las almas débiles, y no con esas que han puesto toda su esperanza en el Señor.

Asimismo, para conservar la paz espiritual es importantísimo evitar juzgar y condenar a los demás. En verdad, el silencio es muy útil para cuidar la paz de nuestra alma. Cuando el hombre aprende a vivir de acuerdo a estas disposiciones, empieza a recibir ciertas revelaciones divinas. Para esto, lo importante es mantenernos vigilantes a nosotros mismos, rechazar los pensamientos maliciosos que otros nos induzcan y asemejarnos a los muertos.

Para conservar la paz del alma debemos interiorizarnos constantemente, y preguntarnos: “¿En dónde estoy yo en este momento?”. Además, hay que saber cuidar los sentidos del cuerpo, especialmente la vista, para ponerlos al servicio del hombre interior e impedir que endulcen el alma con las cosas del cuerpo. Y es que sólo aquellos que trabajan en su propio interior y vigilan con tesón los movimientos de su alma reciben los benditos dones del Espíritu Santo...

(Traducido de: Sf. Serafim de Sarov, Viața, nevoințele și învățăturile, Editura Mănăstirea Sihăstria, p. 390-391)