Remedio para la soledad
Aunque ese sentimiento de comunicación con Dios casi no exista en nosotros, lo importante es ver en perspectiva y comenzar a movernos en el sentido correcto.
La fe salva al hombre de la soledad, le da la posibilidad de encontrarse con el Consolador. El eje de nuestra vida interior es nuestro vínculo con Dios. Este puede consistir en sentir que Dios nos ama, que nos recibe, que le debemos nuestra vida, que habremos de responder por la forma en que vivimos, porque el Señor fue Quien nos la otorgó, aunque luego nos pedirá por cuentas por todo lo que hagamos. Aunque ese sentimiento de comunicación con Dios casi no exista en nosotros y no nos parezcamos en nada a los santos, esta es la dirección en la cual debemos movernos. Lo importante es ver en perspectiva y comenzar a movernos en el sentido correcto.
(Traducido de: Olga Krasnikova, Singurătatea, traducere de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2015, p. 231)