Padre ¿cuánto hay que dar a los demás...?

—Debes dar cuanto sea necesario para que tu conciencia no te reprenda. En este aspecto, hay que tener discernimiento para actuar correctamente. No es bueno dar cien monedas, y después acongojarte porque era mejor dar solamente cincuenta. Insisto: hay que tener discernimiento, especialmente cuando la persona tiene un encendido entusiasmo afectivo por los demás. Es mejor “frenar” un poquito ese impulso afectivo, no sea que luego debas lamentarte por haberte quedado sin nada, habiéndole dado todo a alguien, cuando lo recomendable era dar menos. Poco a poco, con equilibrio, la persona va adquiriendo la experiencia necesaria para dar en conformidad con el fervor que siente.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovniceşti, Vol. II - Trezire duhovnicească, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 183)