Saber cuidar nuestra lengua
Hablar en vano, dice San Juan Climaco, es una muestra de la degradación del don más valioso que Dios le concedió al hombre: el de la palabra.
Hablar en vano, dice San Juan Climaco, es una muestra de la degradación del don más valioso que Dios le concedió al hombre: el de la palabra. La verborrea y la palabrería inútil evidencian que lo que hay dentro del hombre se ha corrompido, lo cual lo lleva a corromper a otros. Es el “trono de la vanagloria, consecuencia de la saciedad y la impureza”. Por este motivo, nuestro Señor dice que en el Día del Juicio rendiremos cuentas por cada palabra vana que hayamos pronunciado (Mateo 12, 36); también los Santos Padres (Agatón, Antonio, etc.) elogiaron continuamente el silencio, que es el lenguaje de la vida futura (San Isaac el Sirio).
(Traducido de: Ieromonahul Petroniu Tănase, Chemarea Sfintei Ortodoxii, Editura Bizantină, București, 2006, pp. 69-70)