Palabras de espiritualidad

San Menas y un milagro ocurrido la noche de Pascua

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

San Menas se reveló como un oficial superior turco, montado en un imponente corcel y llevando una espada en la diestra. Inmediatamente ordenó que las huestes turcas se retiraran.

En Heraclión se celebra dos veces al año la festividad del patrón de la ciudad. La primera es en la noche de Pascua y la segunda, en el día asignado en el calendario ortodoxo: el 11 de noviembre.

En el día de la Pascua, la Divina Liturgia es oficiada por el jerarca del lugar en la antigua e histórica iglesia del santo. La iglesia completa y su entarimado son adornados con ramos y hojas de mirto. Es muy emocionante el momento en el que todos los presentes sostienen en sus manos pequeñas candelas encendidas. Al terminar la Liturgia empieza una ceremonia muy hermosa, con estandartes alusivos a la Resurrección, y una procesión con las reliquias de San Menas. En esta festividad se escuchan bendiciones y oraciones maravillosas.

¿Cuál es el propósito de todo eso? Se hace para recordar el gran milagro que San Menas obró en 1826, en la noche de la Pascua (18 de abril). Hallándose los fieles reunidos en la iglesia, los turcos asaltaron la ciudad. Sobra decir que aquella ocasión les vino que ni pintada a los invasores para eliminar a todos los cristianos. En ese momento, San Menas se reveló como un oficial superior turco, montado en un imponente corcel y llevando una espada en la diestra. Inmediatamente ordenó que las huestes turcas se retiraran. Asombrados, a los soldados no les quedó otra que obedecer y se retiraron de la ciudad. Los cristianos se habían salvado. Al día siguiente, tanto los unos como los otros entendieron que todo había sido obra de San Menas.

Y ya que aquel milagro tuvo lugar cuando en la iglesia se estaba leyendo el Evangelio, aún a día de hoy todos los fieles encienden sus candelas cuando se llega a esa parte del oficio de la Pascua, tal como lo mencioné más arriba.

(Traducido de: Arhimandrit Daniil Gouvalis, Minunea credinţei, Editura Bunavestire, pp. 65-66)