Palabras de espiritualidad

Santa María Magdalena, una mujer transformada por Cristo

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Contamos con el auxilio de Dios. Y el auxilio de Dios se le dio a Santa María Magdalena, en el sentido de que nuestro Señor Jesucristo la libró de las enfermedades, de las pasiones, de los demonios.

Santa María Magdalena fue una de esas personas que, agobiadas por sus pasiones, fueron transformadas por nuestro Señor Jesucristo, para llevarla a la virtud. Nosotros no tenemos el poder de cambiarnos a nosotros mismos, por muy atentos que estemos a nuestra propia vida y por muchos conocimientos que tengamos. Siempre necesitaremos el auxilio de Dios. Cuando el candidato al monacato es tonsurado, se le pregunta. “¿Te quedarás en el monasterio hasta que mueras?”. Y este responde: “Sí, con la ayuda de Dios”. Nosotros contamos con el auxilio de Dios. Y el auxilio de Dios se le dio a Santa María Magdalena, en el sentido de que nuestro Señor Jesucristo la libró de las enfermedades, de las pasiones, de los demonios. Y, cuando resucitó de entre los muertos, se le apareció a Santa María Magdalena, la otrora pecadora, para que supiera que el Señor había venido, como Él Misno dijo, a salvar a los pecadores. Recordemos lo que le dijo a Zaqueo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lucas 19, 9-10). El Santo Apóstol Pablo dice: “Cristo vino a al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales el primero soy yo” (I Timoteo 1, 15).

(Traducido de :Părintele Teofil Pârâian, Gânduri bune pentru gânduri bune, Editura Mitropoliei Banatului, Timișoara, 1997, p. 63)