Sembrando aquí lo que cosecharemos en la eternidad
A aquel que no trabaje correctamente y con buena voluntad, se le privará del descanso y la abundancia. Porque está escrito que el que no quiera trabajar, que no coma.
En esta vida, nuestros actos constituyen la siembra, y en la vida eterna tendrá lugar la cosecha de sus frutos. Cada uno de nosotros recogerá lo que haya sembrado aquí. Por eso, si cuidamos y alimentamos correctamente la “tierra” de nuestro corazón, y plantamos en ella las semillas de la siega eterna, podemos esperar que cosecharemos el descanso y el gozo eternos. “Los que siembran con lágrimas, cosecharán entre cantares” (Salmos 125, 5) y serán saciados (Salmos 16, 15), dice el profeta, porque después del trabajo bien hecho sigue el feliz descanso. Pero, a aquel que no trabaje correctamente y con buena voluntad, se le privará del descanso y la abundancia. Porque está escrito que el que no quiera trabajar, que no coma.
(Traducido de: Sfântul Moise de la Optina, Filocalia de la Optina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 142)