Palabras de espiritualidad

Señor, amo Tu ley espiritual

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Es como si mi alma estuviera cautiva, ocupándose solamente con cosas desagradables, como si fuera forzada a mantenerse lejos del diálogo espiritual.

Con mi mente, Señor, amo Tu ley espiritual [Romanos 7, 14], pero la ley que vive en mi cuerpo me tiene prisionero, lejos del diálogo con ella [Romanos 7, 14].

Es como si mi alma estuviera cautiva, ocupándose solamente con cosas desagradables, como si fuera forzada a mantenerse lejos del diálogo espiritual, aunque no quiera hacerse morada de las pasiones del cuerpo. Y llora, quejándose, y su miserable estado no puede ser descrito. Como la viuda, quien, siendo engañada, pide en su dolor el auxilio de Dios, y en cuya petición es encomiada por el Evangelio que habla de ella. “¡Hazme justicia!”, dice en su oración, “contra” mi cuerpo, que es “mi adversario” [Lucas 18, 3]. Y el dulce juez retribuye la compunción de su corazón.

(Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte către singuratici, Partea a III-a recent regăsită, Editura Deisis, Sibiu, 2007, p. 126)