Si le pedimos ayuda, Dios nos la enviará con certeza
Muchos pecadores han vivido milagros que los han hecho volver al camino de la Verdad, de la salvación. ¿Qué tenemos que hacer, entonces? ¿Mandar cartas al cielo? Sí, eso haremos. Así como lo hicieron todos los cristianos, aún desde los inicios de la Iglesia.
Nuestras cartas son nuestras oraciones. Nuestras cartas son a veces escritas entre lágrimas, otras con alegría, otras con tristeza, otras con agradecimiento. Tengamos el valor de escribirle a Dios, tengamos el ánimo de escribirle a la Madre del Señor y a los Santos. No perdamos la esperanza si la respuesta no viene precisamente cuando la esperamos, porque muchas veces habremos de superar un período de castigo por nuestros pecados, con arrepentimiento y confesión.
Si le pedimos Su ayuda, Dios nos la enviará con certeza. Muchos pecadores han vivido milagros que los han hecho volver al camino de la Verdad, de la salvación. ¿Qué tenemos que hacer, entonces? ¿Mandar cartas al cielo? Sí, eso haremos. Así como lo hicieron todos los cristianos, aún desde los inicios de la Iglesia.
(Traducido de: Protosinghel Nicodim Măndiță, Învățături despre rugăciune, Editura Agapis, București, 2008, p. 64)