Si oras de forma correcta, ten por seguro que pronto aparecerán las tentaciones
Si analizas detenidamente lo que sucede, entenderás que es posible enderezar la situación sin enfadarte. ¡Así las cosas, obra de manera que no caigas en el enojo!
Cuando el astuto demonio, a pesar de utilizar distintas artimañas, no consigue impedir la oración del justo, se aparta de este por un tiempo. Pero más tarde vuelve para vengarse, induciéndole a la ira, para disiparle su especial estado interior, creado por medio de la oración. O le incita con el placer carnal, precisamente para ensuciarle el alma.
Si oras de forma correcta, ten por seguro que pronto aparecerán las tentaciones. Luego, enfréntalas con valentía, para conservar el fruto de tus plegarias. Porque esto te fue dispuesto desde el mismo comienzo: que practicaras la oración y conservaras sus frutos (Génesis 2, 15). Entonces, después de haberte afanado, no dejes sin custodia tu ganancia, o no te habrás beneficiado en nada con tu oración.
Si oras de forma agradable a Dios, vendrán a ti distintas pruebas, al punto que creerás que es justo enfadarte. Pero es que no hay ira que sea justa en contra de tu semejante. Si analizas detenidamente lo que sucede, entenderás que es posible enderezar la situación sin enfadarte. ¡Así las cosas, obra de manera que no caigas en el enojo!
(Traducido de: Glasul Sfinţilor Părinţi, traducere de Părintele Victor Mihalache, Editura Egumeniţa, 2008, pp. 411-412)