El primer pensamiento proviene de tu ángel, cuando quieres hacer algo bueno. Sigue ese primer pensamiento, entonces, porque tu ángel te protege. El segundo pensamiento puede que venga del demonio, para que te detengas y no hagas más esa buena acción que pretendías ejecutar.

Padre, ¿qué debo hacer para que mi mente deje de atormentarme? A veces no consigo ni dormir, por tantos pensamientos que inundan mi cabeza.

Es un espíritu malévolo el que juega con tu mente. ¿Has oído hablar de la necesidad de cuidar nuestra mente? Si no lo hacemos, inmediatamente se nos llena de toda clase de infamias. ¿Conoces la Oración de Jesús, “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”? Repítela con tu mente y verás cómo la paz vuelve a ti. De día, cuando sientas que aquel espíritu se acerca y tu alma se ponga en guardia, repite nuevamente esa oración, para que el maligno encuentre tu mente ocupada. No permitas que tu mente se entretenga en pensamientos impuros. Detenla a tiempo y empújala a pensar en otra cosa, o simplemente repite la Oración de Jesús. Verás cómo escapas de ese tormento.

(Traducido de: Părintele Argatu V. Ioan, Răspunsuri duhovniceşti la întrebările credincioşilor ale Părintelui Ilarion Argatu, Editura Mila Creştină, 2005, pp. 131-132)