Sin Cristo no hay Iglesia
Él es el Alfa y el Omega, el principio y el final, el fundamento, todo. Sin Cristo no hay Iglesia.
La Cabeza de la Iglesia es Cristo, y nosotros, los cristianos, somos el Cuerpo. Dice el Santo Apóstol Pablo: “Él es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia” (Colosenses 1, 18). La Iglesia y Cristo están unidos. El Cuerpo de la Iglesia se alimenta, se santifica y vive con Cristo. Él es el Señor, el Todopoderoso, el Omnisciente, el que está en todas partes y todo lo llena, nuestro apoyo, nuestro amigo, nuestro hermano. El pilar y el cimiento de la Iglesia. Él es el Alfa y el Omega, el principio y el final, el fundamento, todo. Sin Cristo no hay Iglesia. Cristo es el Esposo, y la esposa, cada alma.
(Traducido de: Ne vorbeşte Părintele Porfirie, Editura Bunavestire, p. 151)