Palabras de espiritualidad

Sobre cómo controlar las pasiones que tratan de imponerse en nuestra alma

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Puedes practicar la templanza, refrenando el fuego del apetito, pero a tu ayuno equilibrado debes agregar la oración incesante, los consejos de los santos hombres y, especialmente, el temor de Dios.

Si no enciendes el fuego, el horno no se calentará. Si no le pones leña, no avivarás la llama. Del mismo modo, si no te detienes a contemplar el rostro de una mujer hermosa, tu alma no sufrirá ningún perjuicio. Si no te deleitas con los placeres del cuerpo y no te enciendes con el vino, los pensamientos que el demonio te susurre al oído no echarán raíces en tu interior. Puedes practicar la templanza, refrenando el fuego del apetito, pero a tu ayuno equilibrado debes agregar la oración incesante, los consejos de los santos hombres y, especialmente, el temor de Dios, el temor al Juicio y a los trabajos eternos, y la esperanza en las bondades prometidas. Con todo esto, fácilmente podrás controlar el apetito salvaje y apaciguar el agitado mar de tus pasiones.

(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, p. 47)