Palabras de espiritualidad

Sobre la avaricia y el fariseísmo

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Mientras hablaban, sopresivamente cayó frente a ellos un trozo grande de madera, que se les había escapado a los albañiles. Milagrosamente, aquella viga no lastimó a nadie, aunque todos los presentes se asustaron de sobremanera. Entonces, el que estaba más cerca del lugar en donde cayó el leño, exclamó, “Yo daré cinco mil monedas... ¡acabo de estar cerca de morir!”.

En cierto poblado, una iglesia estaba en proceso de construcción. Pero, para poder terminar con los trabajos en la nave principal y sus anexos, faltaba conseguir diez mil monedas. Un día, los miembros del consejo parroquial se hallaban bajo la torre principal de la iglesia, discutiendo sobre cómo conseguir los fondos que faltaban para completar la construcción. Unos proponían hablar con las personas más ricas de la ciudad, quienes fácilmente podrían ayudar a juntar ese dinero, pero otros recordaban que los más acaudalados del lugar eran precisamente los más avaros y menos creyentes.

Mientras hablaban, sopresivamente cayó frente a ellos un trozo grande de madera, que se les había escapado a los albañiles. Milagrosamente, aquella viga no lastimó a nadie, aunque todos los presentes se asustaron de sobremanera. Entonces, el que estaba más cerca del lugar en donde cayó el leño, exclamó, “Yo daré cinco mil monedas... ¡acabo de estar cerca de morir!”. Inmediatamente reaccionaron los otros que estaban cerca de él y ofrecieron lo que faltaba, hasta completar aquellas diez mil monedas.

Así, sucedió que en un minuto se juntó todo el dinero faltante, a pesar de que sólo momentos antes ninguno de los presentes lograba encontrar en su bolsillo y en su conciencia cómo dar alguna moneda para la iglesia, reduciéndose a murmurar en contra de los opulentos, por su tacañería y falta de fe. Pero, he aquí que, asustados por lo que pudo sucederles, se dieron cuenta de lo errado de sus actos y completaron el dinero que faltaba.

¡De esta manera Dios reprendió su falta de fe, su indisposición para ayudar e incluso su avaricia!

¡Meditemos sobre las situaciones similares a ésta, que enfrentamos en nuestra vida, y veremos cómo tendemos a reaccionar idénticamente a los protagonistas del relato!

Traducido del texto publicado en: marturieathonita.ro/despre-zgarcenie-si-fariseism

 

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