Sobre las fuerzas del alma y cómo saber utilizarlas
¿Qué es la lucha cristiana? El alma es como un huerto dividido en dos partes. En una crecen espinas y en la otra, flores.
El padre Porfirio explicaba así, con toda sencillez, la lucha espiritual:
“¿Qué es la lucha cristiana? Veamos, el alma es como un huerto dividido en dos partes. En una crecen espinas y en la otra, flores. Tenemos un depósito de agua —las fuerzas de nuestra alma— con dos grifos, y debajo de cada grifo hay un canal. El primero de ellos lleva a las espinas, mientras que el otro, a las flores. No es posible abrir ambos grifos a la vez. Si abrimos únicamente el grifo que lleva agua a las flores, las espinas terminarán secándose y muriendo, mientras que las flores crecerán cada vez más hermosas.”
El anciano no consideraba el alma como exclusivamente angélica o exclusivamente demoníaca. Para él, el alma sólo se dejaba influenciar por los ángeles o por los demonios. No le gustaba enfocar la lucha del cristiano negativamente, es decir, estática en la destrucción de los vicios, sino que prefería verla positivamente, presuponiendo solamente la irrigación de aquellas “flores”, para que éstas pudieran crecer y multiplicarse —en virtudes angélicas— y, al mismo tiempo, el marchitamiento de las espinas, es decir, de las diabólicas perversiones.
(Traducido de: Părintele Porfirie Kafsokalivitul, Antologie de sfaturi şi îndrumări, Editura Bunavestire, Bacău, p. 199)