Palabras de espiritualidad

Solamente por medio de la santificación el hombre puede cambiar

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Silviu Cluci

Por muy pecador que sea el hombre, todas las heridas del alma terminan purificándose. Actualmente, los médicos le llaman “psicoastenia”, cuando, de hecho, no se trata sino de influencias diabólicas provocadas por el pecado.

A una madre con los nervios deshechos por causa de varias y difíciles pruebas, el Padre le dijo que luchara para poder santificarse. Al mismo tiempo, le dio algunos consejos prácticos para vencer su estado de melancolía, apartar sus malos recuerdos y temores, y recordar solamente los sucesos agradables y gozosos de su vida, cultivando únicamente pensamientos optimistas sobre el futuro. Además, le aconsejó escuchar música tranquila, salir a pasear y encontrarse más seguido con sus amigas cristianas para asistir a la Divina Liturgia, a las Vísperas y a las Vigilias, orando a Cristo con toda esperanza.

El Padre veía en las almas de las personas lo que Dios le revelaba. Sobre un conocido mío, dijo::

Veo en su alma algo no tan puro, algo malo. Es un antiguo trauma, una cosa del maligno. Pero no sé exactamente qué es. Talvez Dios me lo revele más adelante.

Unas semanas después, cuando fui a visitarle nuevamente, me dijo:

Aquella cosa mala que vi en el alma de tu amigo podría disiparse, pero solamente si él mismo se santifica. Solamente por medio de la santificación el hombre puede cambiar. Por muy pecador que sea, todas las heridas del alma terminan purificándose. Actualmente, los médicos le llaman “psicoastenia”, cuando, de hecho, no se trata sino de influencias diabólicas provocadas por el pecado.

(Traducido de: Sfântul Părinte Porfirie, Antologie de sfaturi şi îndrumări, Editura Bunavestire, Bacău, pp. 449-450)