Nosotros podemos conocer a Cristo el Señor a partir de Sus palabras y, a medida que lo conocemos, debemos moldearnos a partir de Él. Esa renovación consiste, en primer lugar, en tener la mente de Cristo. ¿Qué significa tener la mente de Cristo? Significa pensar con Sus mismos pensamientos. ¿Pero en dónde encontramos los pensamientos de Cristo? En el Santo Evangelio. Así nos formamos la mente de acuerdo a los mismos pensamientos de Cristo, modelamos nuestra mente de acuerdo a la Suya, llegamos incluso a pensar cómo lo haría Él.

Nosotros tenemos, dice San Pablo, la mente de Cristo y los pensamientos de Cristo, porque no se puede tener la mente de Cristo, sin tener el pensamiento de Cristo. Los pensamientos de Cristo están en el Evangelio, para que te apropies de ellos, para que los lleves en tu mente. Entonces se te dará la mente de acuerdo a la mente del Señor Jesucristo.

(Traducido de: Părintele Teofil Părăian, Învierea lui Hristos, înnoirea vieții noastre, Editura Doxologia, Iași, 2013, pp. 27-28)