Palabras de espiritualidad

¿Tienes un padre espiritual?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

“Es mejor la vida sin hablar, que hablar solamente palabras sin vida. Pero, si esos dos aspectos se unen, conforman un auténtico ícono de la filosofía”.

Es bueno que el que aprende, lo haga tanto con las palabras como con el ejemplo de vida. San Isidro de Pelusa dice: “Es mejor la vida sin hablar, que hablar solamente palabras sin vida. Pero, si esos dos aspectos se unen, conforman un auténtico ícono de la filosofía.

Yo creo que un verdadero padre espiritual debe ser capaz de “ver” con el espíritu. Si no tiene esta cualidad, será un improvisado y actuará como cualquier funcionario, pero en las cosas del alma. Personalmente, por ejemplo, no tengo esa virtud y no me considero un buen padre espiritual, precisamente porque carezco de dicho don. Es decir que yo me baso en lo que me dice la persona, no en lo que yo sé de ella. Y, ciertamente, yo tendría que saber de ella y sus problemas, aun antes de que la persona me los cuente. Eso es lo que tendría que hacer cualquier padre espiritual, pero no sé quién puede llegar a semejante nivel.

Lo importante es pedirle a Dios que te envíe un padre espiritual que te pueda ayudar, y, al mismo tiempo, pedirle también que te ayude a tener la humildad suficiente para saber obedecerle.

La mayoría de nuestros fieles no tienen un padre espiritual. Los que se confiesan una vez al año, en el ayuno de la Gran Cuaresma, podría decirse que no tienen un padre espiritual. Hay quienes se confiesan en dos minutos, o quizás menos… ¡esas personas no tienen un padre espiritual! El padre espiritual te orienta, te pregunta, y tú buscas con él soluciones para tus conflictos, guardando ambos una estrecha relación. Si no es así, no tienes un padre espiritual, sino un mero confesor, y ya.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, p. 49)