Todas las oraciones son atendidas, mas la respuesta viene en el momento adecuado
No pierdas el valor y no te entristezcas si no has recibido inmediatamente la respuesta a tus oraciones; seguramente ésta vendrá más adelante. Sé siempre feliz y sigue orando, porque el Señor te escucha siempre.
Al orar, no pidas jamás el mal para nadie, para no derruir lo que estás construyendo y no hacer de tu oración algo repugnante. ¡Que aquel que debía diez mil talentos sea tu ejemplo! Si no perdonas al que te ha ofendido, tampoco tú serás perdonado. Porque el Santo Evangelio dice que aquel hombre, al no perdonar a su propio deudor, “fue entregado a los verdugos” (Mateo 18, 24-35).
Es bueno orar también por cada uno de tus semejantes, imitando las plegarias de los ángeles.
No pierdas el valor y no te entristezcas si no has recibido inmediatamente la respuesta a tus oraciones. Dios quiere hacerte un bien mayor, si eres paciente en tu oración. En verdad, ¿existe algo más enaltecedor que encontrarte con Dios y conversar con Él?
(Traducido de: Glasul Sfinţilor Părinţi, traducere de Părintele Victor Mihalache, Editura Egumeniţa, 2008, pp. 409-410)