«Me alegra mucho saber que tú y tu esposo están bien, sanos, en paz. ¡Que, con la ayuda de Dios, no haya nada que perturbe esa tranquilidad! Oren juntos, cada día, para que ese estado se mantenga. Eso sí, debes aprender aluchar contra los malos pensamientos que tienes sobre tu esposo. Tal clase de pensamientos, a menudo carentes de fundamento, solo buscan estropear la tranquilidad de tu alma y oscurecer tu mente.

Lucha también contra los demás defectos que me mencionas en tu carta; recuerda que fue para esto que se nos dio la oración. Por medio de la oración, puedes apartar todo lo que no es ni bueno ni de provecho para ti. Si quieres leer más sobre cómo aprender a orar, te recomiendo las obras del obispo Ignacio Brianchianinov. Él explica con claridad y sencillez todas esas cosas. En sus obras encontrarás qué clase de oraciones se adecúan mejor a tu estado espiritual».

(Traducido de: Starețul Nectarie de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2010, p. 105)