Todo lo que representa la reconciliación entre hermanos
Junto con la reconciliación, la oscuridad de las almas hasta ayer enemistadas desaparece, y en ellas viene a morar la paz de Dios.
¡Qué ligera se siente el alma cuando perdonamos a nuestros enemigos! Te sientes como un ave que acaba de huir de su jaula, alzándose a los cielos llena de regocijo.
Cuando te reconcilias con tu hermano, sientes una alegría semejante a la de haber encontrado un tesoro, porque, en verdad, has encontrado algo mucho más valioso que una fortuna. ¡Has encontrado el amor, te has ganado a tu enemigo y, de adversario, lo has convertido en hermano tuyo!
La paz es uno de los dones divinos más valiosos. Junto con la reconciliación, la oscuridad de las almas hasta ayer enemistadas desaparece, y en ellas viene a morar la paz de Dios. Y es que la Gracia Divina desciende sobre quienes se reconcilian. Por eso es que se sienten como si estuvieran en el Paraíso.
(Traducido de: Arhimandrit Serafim Alexiev, Viaţa duhovnicească a creştinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, Bucureşti, 2010, p. 138)